martes, 13 de agosto de 2013

Los últimos días

Siempre que se habla de una película española, tristemente se vuelve al eterno debate de cine español sí, cine español no. Así que para reseñar esta película, habría que señalar a los que están cargados de prejuicios cuando de cine patrio se trata, que merece la pena su visionado, para poder cambiar ese pensamiento arcaico.

Siempre he dicho que a mí me da igual la nacionalidad de una cinta, si es una buena película, lo mismo me da que sea americana, española, francesa, o del país de la piruleta. La única diferencia es el presupuesto cuando a cine de género nos referimos, y la falta de él es el problema más acuciante que sufre la cinta que nos ocupa hoy.

La premisa de la segunda cinta de los hermanos Alex y David Pastor sigue la senda de su ópera prima que fue “Infectados”, donde en ella se narraba la odisea de sus protagonistas huyendo de un virus que ha erradicado casi por completo a los habitantes del planeta. Esta vez es un virus que provoca una especie de agorafobia colectiva, donde la gente no puede salir a la calle sin sufrir unas trágicas consecuencias. Obligándolos a permanecer bajo techo, o bajo la superficie en el caso que quieran desplazarse. Es así como se moverán Marc (Quim Gutiérrez) y Enrique (José Coronado), el primero tratando de encontrar a su novia, el segundo con una premisa muy pobre de guión, que ya descubriréis.
Hay quien ha comparado la trama con “El incidente” de M. Night Shyamalan. A mí me recordó más a “El ángel exterminador” de Luis Buñuel, y es que ambas cintas comparten, aparte de la imposibilidad psíquica de abandonar, la estancia en el caso de la obra de Buñuel, los edificios en el de los hermanos Pastor, es el desconocimiento del hecho que lo causa, y del que no nos enteraremos en la película. Pasando este hecho a segundo plano, dando protagonismo a los efectos que provoca. Recordando en algunos momentos a la obra de Cormac McCarthy, “La carretera”.
Una idea que puede resultar atractiva a la hora de narrar los acontecimientos. En pantalla puede que no luzca tanto, y es que la falta de medios es evidente, y la reiteración de los directores en reflejar la ausencia de ser humano en las calles, quita credibilidad a la historia al notarse demasiado los efectos digitales, a años luz de producciones con mayor presupuesto. Por eso es en las escenas interiores, donde radica la fuerza del guión, al tirar de las interpretaciones, donde Quim llega a flaquear, haciéndose esto más evidente ante Coronado, que con el cambio de registro y evolución de su personaje nos vuelve a demostrar el gran actor que es.
Película que a pesar de su premisa, notamos que nos falta algo, algo que la convierta en la gran película que podría haber sido, quedando solo en una cinta entretenida y palomitera, que al menos destaca ante otros títulos patrios más pretenciosos que hacen que la mayoría siga prejuzgando al cine español.


2 comentarios:

  1. A mí me gustó pero quedaron algunas cosas en el aire... pero los efectos especiales serían más bien "especiales" porque se notaban que estaban hechos con bajo presupuesto... pero bueno... me entretuvo que ya es mucho...

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  2. Pues sí, que aunque parezca obvio, que una película entretenga, en estos tiempos, ya es mucho.

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