Sérpico, antes de una buena película, dirigida por Sidney Lumet y protagonizada por Al Pacino en 1973, es una novela, y antes de una novela, fue la vida del honesto policía de Nueva York Francisco Vincent Serpico.
Frank, hijo de inmigrantes italianos, fue un hombre que desde su infancia soñaba con combatir el crimen en las calles de su ciudad y convertirse en detective. Puso todo su empeño en conseguirlo.
Cuando al fin alcanzó su sueño y creyó poder ser feliz, se le vino todo su mundo encima al descubrir que sus compañeros no tenían sus mismos valores; en vez de ser agentes orgullosos de proteger a los inocentes ciudadanos, eran gente corrupta que extorsionaban a los propios delincuentes para sacar el máximo provecho de ello.
Sérpico, en vez de amedrentarse ante las amenazas de sus colegas, mirar hacia otro lado, o simplemente, beneficiarse también de esos “ingresos extras”, decidió luchar contra el sistema y destapar toda esa red de corrupción en la cual estaban implicados muchos más de los que en un principio hubiera parecido.
Peter Maas se interesó por tan inusual personaje y decidió escribir una biografía novelada sobre Frank. Más que una biografía, cuenta el periodo de la vida de Sérpico desde que sale de la academia y empieza a descubrir la corrupción que invade el cuerpo de policía, hasta el desenlace de su odisea contra la corrupción policial.
Al tratarse de un hecho real, y a pesar de estar éste novelado, la información recibida por el lector puede avasallar en algún momento, que entre tanto dato y nombre puede llegar a perderse un poco, pero fácilmente vuelve a coger el hilo. Pudiendo ser, quizás, lo más enrevesado el sistema de apuestas y loterías ilegales con la que se lucran esos agentes corruptos, seguramente por lo ajenos que estamos a ellos, al menos yo.
La historia, a pesar de estar narrada a golpes de flashback por distintos periodos de la vida del protagonista, importantes para la narración, vuelve pronto a la columna vertebral del relato, sin llegar esos saltos en el tiempo a divagar ni alterar la historia principal, sino por el contrario, a enriquecerla por aportarnos datos de forma así más amena. Si se nos facilitara toda esa información en su orden cronológico, aparte de hacerse pesada la novela, la gran mayoría de los datos aportados se quedarían por el camino sin conseguir su objetivo.
Es de agradecerle al autor que se exprese con un lenguaje sencillo y fácil de entender. Aunque la edición que he leído, creo recordar que de 1977, su traducción no es muy buena, conteniendo tanto erratas como errores de traducción en sí. Ignoro si se ha vuelto a editar, pero si lo han hecho espero que haya sido revisada.
Novela de la que no deben huir aquellos a los que no les gusten las biografías, ya que como digo más arriba, está muy bien novelada, haciendo de ella una historia policíaca que engancha desde el primer momento.
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